30 enero, 2024
30 enero, 2024
Si estás pensando en comprar un coche eléctrico o simplemente tienes curiosidad sobre esta tecnología, este artículo es para ti.
Vamos a conocer la evolución de las baterías para coches eléctricos hasta la actualidad y qué se espera en el futuro.
Pasado
Este tipo de baterías eran populares en los inicios de los coches eléctricos.
Son más baratas que las de Ion-Litio (que veremos a continuación) y cuentan con una buena vida útil.
Entonces, te preguntarás, ¿qué problema tienen para que se usen cada día menos? Pues que son más pesadas y tienen una menor densidad de energía, lo que se traduce en una menor eficiencia del vehículo.
Las baterías de ion-litio y polímero de Litio han sido las reinas en el mundo de los coches eléctricos hasta la actualidad.
Este tipo de baterías son iguales a las que utiliza tu teléfono móvil, pero, claro está, en una escala mucho mayor.
La popularidad de las baterías de Ion-Litio y polímero de Litio se debe a que tienen una alta densidad de energía, pero, ¿qué significa esto? Significa que pueden almacenar mucha energía en un espacio relativamente pequeño.
Ya sabemos por qué han sido las reinas, pero no todo eran ventajas… tienen algunos detalles negativos, y es que son bastante caras de producir, se degradan con facilidad, tienen poca tolerancia a las temperaturas extremas y su reciclaje ha sido todo un desafío para la industria del automóvil.
Presente
Hoy por hoy son las baterías más extendidas en los coches eléctricos modernos.
Se caracterizan por ofrecer una alta densidad energética. Admiten altas potencias de carga y una buena tolerancia a los cambios de temperatura.
Estas suelen ser las baterías que, hoy en día, se usan en los coches eléctricos de gran autonomía.
Sin embargo, en su producción se utilizan muchas materias primas escasas, costosas y de difícil obtención. Esto significa que su precio final es elevado, además, tienen tendencia a la degradación cuando se utilizan frecuentemente las cargas rápidas.
Este tipo de baterías son las más prometedoras a corto-medio plazo.
Actualmente se caracterizan por ser mucho más baratas y duraderas que las NCM / NCA, ya que, en su química, se prescinde de buena parte de las materias primas escasas y costosas de los otros tipos de baterías.
También tienen otras ventajas. Por un lado su mayor tolerancia a las cargas rápidas y, por otro lado, una menor degradación. Es decir, admiten un uso más intensivo.
Por contra, las baterías LFP actuales admiten menos potencia de carga que las NCM / NCA y su densidad energética es menor, lo que implica baterías más pesadas. No obstante, estas desventajas tienen los días contados, ya que muchos fabricantes están presentando baterías de este tipo que mejoran, incluso, la densidad energética y la potencia de carga de las NCM / NCA.
Futuro
Estas baterías son las más esperadas.
Las baterías de estado sólido son vistas como el futuro de la tecnología de baterías para coches eléctricos.
Ofrecen una mayor densidad de energía, menor tamaño (y, por tanto, peso), una carga más rápida, una mayor seguridad y una vida útil mucho más larga, tanto que algunas marcas se plantean que una misma batería sirva para varios coches.
Son todo ventajas, ¿no crees? Pues no, aún tienen un pero, y es que están en desarrollo y podrían tardar algunos años en llegar al mercado masivo.
¡Habrá que esperar!
